DICOTOMIAS POLITICAS

El progreso recala en la economía, sociedad y culutura. Mi visión trata de dar un enfoque parcialmente progresista a un todo. Si el mundo es cambiante y dinámico hemos de progresar y caminar con él. El mayor problema de la humanidad es la desafección contínua entre el medio y el hombre. Mi dicotomía pasa por adelantarnos ¿quién rompe el equilibrio el medio o el hombre?. A partir de aquí las ideas... sin politica no hay ideas o sin ideas no hay politica. Dicotomías y más dicotomías.

jueves, 22 de enero de 2009

¿Fueron las privatizaciones de empresas públicas una buena salida?


Muchas voces críticas con las privatizaciones que se acometieron años atrás discuten sobre la necesidad de que el Estado manejara ahora estos recursos. Mi pregunta es ¿para qué?
Los sucesivos gobiernos desde Felipe González abordaron esta cuestión, si hacemos una evolución reciente de la actividad empresarial pública en España obtendremos una conclusión.
La primeras embestidas que sufrieron las empresas públicas en España fueron de 1974-1979, la crisis energética agudizó a la empresa pública por dos razones: una las deficiencias estructurales y la otra el ‘’hospital de empresas’’ debido a la ineficiencia de la iniciativa privada.
Ya en la incipiente década de los 80, se siguió una huída hacia adelante, por la consecuencia de usar a la empresa pública como instrumento coyuntural contra la crisis y asumir nuevas empresas privadas en crisis y se introducen en nuevas actividades. Las empresas públicas estaban peor gestionadas que las privadas. Las pérdidas eran insoportables, llegamos al ‘’proceso de socialización de pérdidas’’. Con lo cual ya a mediados de esta década, se firma la incorporación de nuevas empresas privadas con crisis del sector público empresarial. Gran acierto. Se logró un fuerte saneamiento del sector a través del ajuste a la baja de las capacidades instaladas, políticas de contención de salarios y la mejora en la gestión financiera. Llegamos a los primeros procesos de privatizaciones. Aunque es en los 90 cuando se puede hablar contundentemente de un ‘’proceso de privatización’’. Los programas de privatizaciones, gran parte dirigidos por el formidable ministro Solchaga, marcaron una serie de objetivos, que gran parte se cumplieron. Aumentó la eficiencia de la empresa pública y aumentó la competencia. La empresa pública entró en el mercado de capitales. Se redujo su nivel de endeudamiento y aumentaron los recursos directos. La negociación salarial fue destinada al poder sindical de la empresa pública. Se redujeron las decisiones públicas de tipo empresarial y aumentó la base acciones y acceso a los ciudadanos a través del mercado bursátil en valores públicos. Otra medida novedosa fue la tenencia de acciones para los empleados. Esto también provocó una redistribución de la renta y riqueza. Pero sin duda fue el año 1995 donde encontramos los fenómenos más transformadores respecto la empresa pública con el nacimiento de la Agencia Industrial del Estado y la Sociedad Estatal de participaciones industriales en detrimentos de las decrépitas INI y INH. Esto por razones jurídicas, empresariales y financieras. A partir de 1996 se siguió en esta senda con acierto. La programación de modernización del sector público Empresarial del Estado, con los objetivos de reforma y modernización, fomento de la economía de mercado, aumento de la eficiencia y la competitividad de la economía y se creó empleo. Para ello se acometieron las siguientes acciones: se saneó la empresa pública deficitaria aliviando los Presupuestos Generales del Estado, proyectos empresariales viables y con futuro, y nuevos proceso de privatizaciones.
Se clasificó a la Empresa Pública en cuatro grandes bloques:
a) EP consolidadas en sus respectivos mercados, rentables y en condiciones de ser privatizadas inmediatamente. Ej: REPSOL, TELÉFONICA, ARGENTARIA, TABACALERA Y TRANSMEDITERRÁNEA.
b) EP rentables pero que operaban en sectores pendientes de liberalización. Por tanto para privatizar había que desregular el sector. Ej: ENDESA, REE.
c) En este bloque había que reformular un proyecto empresarial que diera viabilidad a las empresas. Ej: CASA, IBERIA.
d) EP no privatizadas por razones estratégicas y sociales que requerían una modernización para mejorar resultados. Ej: ASTILLEROS.

Conclusión, la privatización de empresas públicas fue un proceso complejo pero necesario. Abrir este debate, es luchar contra datos de eficiencia y aminoramiento de costes a favor del Estado. Carece de lógica este debate. La pregunta es ¿Qué hubiera pasado si el Estado no hubiera acometido este proceso continuo e intenso de privatización? El sentido práctico me dice que no hubiera hecho de mucho para este crisis.

P.d esta entrada va dirigida a un antiguo profesor de la ESO que criticaba las privatizaciones y que argumentaba que en épocas de crisis las Empresas Públicas eran necesarias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿cuál es su socialismo?. No lo veo ni a la de mil. Un capitalista más con formas de socialista. Todo basado en lo de siempre, explíquele eso a un pobre ciudadano en paro.