Papageno

La flauta mágica, obra fundamental. Desde mis primeros años de conservatorio, recuerdo con gran nostalgia mi admiración por el bueno de ''Papageno''. Lo admirable de Papageno era su simpleza. Constantemente se da cuenta que no encaja, sus despreocupación por el contacto social, le convertía en un personaje eremita, que se desbordaba ante cambios en su conciencia metódica pero limpia. Sin percatarse, se da cuenta que hay que dar pasos para él desconocidos. Llegado el momento, Papageno se incomoda, se da cuenta que el individuo siente. Las personas tiene dos partes, una física y otra sentimental. El problema es su bagaje, que le convierte en un extraordinario desastre en la administración de sus sentimientos. Constantemente se declara no apto para afrontar sus sentimientos. Papageno se disfraza de pájaro así cree sentirse diferente. Papageno aprenderá a base de embestidas. A la larga se demuestra que fue él más inteligente, no cayó en las redes de Zarastro (personaje malvado de la obra), y además intentó acercarse y como se vé en este dúo lo consiguió. Lo inexplicable de todo esto, es que al final Papageno es el personaje de la obra que subliminalmente se acerca más a la visión del amor, que dejará de ser un objetivo quimérico. Si bien esto, durante mucho tiempo dada la falta de comprensión y comunciación dedicó dosis enormes de generosidad para que consiguiera hacerse valer entre su valedora, la cuestión sería saber que quién sería su valedora, al final llego, lo que desconozco, si fue la que el realmente esperaba. Posiblemente no, pero Papageno respiró al fin en su doble mundo.