Pobre Sevilla..

Muchas veces me planteo en manos de quien podemos estar a la hora de decisiones que afectan a las cosas con las que vivimos y convivimos. Un edificio, un árbol, una papelera y hasta la mierda de un perro forma parte del espacio de convivencia de una sociedad. Las ciudades paulatinamene han ido sufriendo un proceso de transformación, que ha provocado una desagradable pérdida de identidad. Andalucía es ejemplar en este sentido. Hacer que se hace para no estar quietos; en definitiva destrozar. Sevilla va en este camino, Sevilla era una de las pocas ciudades que guardaba un estilo y una esencia que la convertía una ciudad agradable y armónica en su conjunto. Pero no, ha tenido que surgir un infame invento. Se trata de la torre de CajaSol, torre diseñada por el arquiteto cesar Pelli. Un edificio de corte financiero que quiere traer aires de modernidad a la urbe. Por favor que atrocidad... donde queda el buen gusto y el respeto a las cosas. Una ciudad llana, una ciudad que parecía tener respeto a las alturas, con un punto interesante, el PGOU pone de referencia como el edificio más alto la giralda. Una ciudad con casco histórico valiosísimo. En definitva una ciudad elegante. A partir de esa idea, esta acertada norma queda quebrantada. Este esperpéntico proyecto de más de 180 metros de altura, no es más que una agresión. Una agresión al orden y a la armonía.. una agresión, que pretende un imposible: hacer compatible modernidad con casco histórico. Dudo cual es la opinión de la sociedad sevillana sobre esta mole. El complejo mitológico de la construcción de torres, no es más que un complejo. La mayoría de urbanistas apuestan por la creación de ciudades financieras de tipo horizontal. La verticalidad resulta desagredable y adecuado para ciudades sin espacio. No es el caso de Sevilla. Sevilla no debe aspirar a construir una gran torre. Solo con conservar lo que hay se haría bien. Pero no... que pena...

Un saludo


P.d Ante tanta desafortuno, quedan los expertos de la UNESCO, que sensatamente amenazan con significar la salida del catálogo del patrimonio mundial de la UNESCO a Sevilla.