
Estos días ha ocurrido algo magnífico, he soñado, he soñado con paisajes urbanos únicos. Las ciudades, no se qué ciudades eran, había vida, rezumaban espíritu hogareño a pesar de que hacía frío, mucho frío. Había seres humanos y lo más soprendente, repetaban¡¡ Las calles estaban limpias como una patena, seres humanos que se comportaban cívicamente, donde el respeto era la regla general de comportamiento, era un mundo aparte. Y lo más extraño aún, era una ciudad llena de color, hasta en sus propias gentes, árabes,chinos, paquistaníes, eslavos... todas las razas, todas las culturas convivían en paz. La unión era perfecta. El insoportable ruido de motos desagradables, los asquerosos humos negros de los coches, eran apenas inexistentes, era una ciudad donde la mayoria de pasos se daban en calles peatonales, comercios y más comercios donde elegantes mujeres y hombres aburridos pensaban en como dedicar su tarde libre de una manera entretenida. Por otro lado los bancos eran ocupados por jóvenes que empedernidos en sus libros permanencían en su mundo. Qué ciudad, está ciudad se comía, se comía muy bien, la gastronomía formbaba parte del modo de vida de la ciudad, exuberantes escaparates de pintxos elaborados con esmero, hacían de esta pequeña urbe un brindis al buen comer. Y había avidez de progreso, la ciudad sigue donde está y como está, sabe lo quiere. Esta ciudad tenía mar, pero no era un mar cualquiera, el mar venía a recogerse a esta ciudad, un mar frío, rocoso y elegante. El bullicio de la ciudad era único, bandas de jazz en las calles, orfeones preparando festivales y los parques se convertían en museos que respetaban la naturaleza de una forma espectacular, era extracciones de bosques que se trasladaban al paisaje urbano. Las calles tenían un trazado escrupulosamente ordenado, podías pasear por calles de formas ciruclares y perfectos bulevares. Las viviendas afrancesadas acompañadas de tejado azul, balcones con hierros de forja, conformando una ciudad europea de reducidas dimensiones. Una única ciudad.
En definitiva la ciudad perfecta..........
3 comentarios:
Bonita forma de describir una bella ciudad que da la casualidad que ya existe: Donostia-San Sebastián.
No puedo negar que esa ciudad tiene un encanto único pero Vitoria-Gasteiz es algo especial también... quizá solo le falte La Concha para ser perfecta.
Un beso
Las ciudades las hacen los ciudadanos. Antiguamente, creo por lo leido, las ciudades se hacian grandes por los sabios que departían en ellas.
Donosti es preciosa pero que me dice usted del señorio bilbaino. Gente amable, señorial, trabajadora y con una mirada al futuro inigualable?
Euskadi es la hostia, pero respetemonos todos y será unica.
Te acercas con la insensibilidad del no creyente y admirador del genio. Te atrae el elán, pero te falta la armonía celestial a la que nos invita el Arquitecto universal, pregnado de las mieles del amor. Por eso, se comprende que Mozart pudo realizar un requiem de esta altura y catadura musical y no una opereta de poco alcance. Para escuchar el Requien, hay qye presignarse, hay que rezar el padrenuestro, amar a María y insertarse en una catedral llena de sonidos musicales aompasados con un órgano monumental y una coral que participe de un Pueblo que camina y se acerca al Paraíso. Un ab razo.
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