DICOTOMIAS POLITICAS

El progreso recala en la economía, sociedad y culutura. Mi visión trata de dar un enfoque parcialmente progresista a un todo. Si el mundo es cambiante y dinámico hemos de progresar y caminar con él. El mayor problema de la humanidad es la desafección contínua entre el medio y el hombre. Mi dicotomía pasa por adelantarnos ¿quién rompe el equilibrio el medio o el hombre?. A partir de aquí las ideas... sin politica no hay ideas o sin ideas no hay politica. Dicotomías y más dicotomías.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Entre Heráclito y Demócrito

Excuso decir que no soy un ''cotilla''. Ayer en un mediocre concierto, los coros con voces descompensadas y la orquesta con entradas a destiempo, para colmo una acústica malísima, el auditoiro Manuel de Falla está de reformas, y el palacio de congresos como entenderán estará para otras cosas que no sea interpretar El mesias de Haendel. Me perdí, decía que en este concierto que una vez más repito no mereció la pena desde el punto vista musical, ocurrió algo inesperado, me tocó asiento entre una parejita de treintañeros que iban a todo menos a escuchar un concierto. Amablemente decidí cedirle mi asiento y escorarme aún más al punto de referencia, el escenario. Antes, y durante y hasta la salida del concierto, la pareja discutía sobre la necesidad de procear para afianzar la relación y mirar al futuro con ilusión. Desconozco el nombre de la parejita, como ustedes comprenderán no me iban a inmiscuir en tan genuino diálogo. Pero si, era soprendente, era una pareja como la noche y el día. Ella una con un estilo afrancesado, elegante por supuesto y él un pequeñe panzón más parecido a la llegada de la Sicilia más complaciente. Pero que alegría y que triteza. Él trazaba un mundo maravilloso, todo eran cosas buenas. La vida era bella, y el niño era la ilusión. Con tal elevado grado de entusiasmo, me llegaba a dar la impresión que esa mujer daría a luz al mismo Mesias, pero no de Haendel¡¡. El niño sería ministro, apuesto y formal. Sus padres le darían la educación correcta. Le verían en los llantos y en las alegrías y hasta le buscarían novia. Ella, daba pena, mucha pena. Con su discurso tenía miedo, el mundo era negro. Hasta la crisis la impedía tener el hijo. El horizonte negro, la hipoteca no está acabada y las enfermedades. Decía que en estos tiempos había enfermedades raras. ¿ y si el niño cogía una enfermedad de esas raras? La vehemencia del señor era increíble. Trataba de convencerla¡¡ No queda aquí la cosa, él mismo decía que habia soñado que sería padre y que su hijo les haría ricos. No queda aquí la cosa, ella respondió que sus palpitaciones eran que con un niño llegarían las desgracias y hasta la desgracia. Y las dolencias, ¿donde dejamos las dolencias? una mujer tan bella no podría arriesgar su refinada estética a aventuras de este tipo. Era real, a veces tenía la impresión que esto podría ser una estrategia de dos aburridos para distraer al colindante de turno de las butacas. Pero no, le mirabas a los ojos y era real. Sonó el aleluya, yo esperaba algo, logícamente al niño no. Pero no se cambió de tema y llegé a una conclusión, él me trasladaba alegría, fé y porqué ocultarlo esperanza. Pero y ella?? yo miraba al techo, ¿se caería? en el receso, no paraba de pensar que mundo es mejor. Son dos mundos, en este mundos de mundos, no sabía con cual quedarme de esos dos. Claro si fuera una persona ecuánime con ninguno de los dos. Pero al final obtuve una conclusión muy clara que por la vía geográfica no entiendo. Cuanto más extremo del este más cerca del oeste.
Saludos

P.D Me quedé con las ganas de irme al bar de turno a ver como se comían los pintxo de tortilla, eso sí, yo me limitaría a callar.

Feliz Navidad y própero 2008

1 comentario:

roos_vroom dijo...

Si lo piensas eres tú el más privilegiado en tu historia. Eres el que siempre podrá decidir. Eres el ojo que todo lo ve y todo lo siente. Lo malo es cuando te enfrentas a tu propia telaraña de pensamientos, porque ahí reside una de las tantas dificultades vitales... preguntarte ¿Quién soy? ¿Qué pienso? ¿Qué, cómo y por qué siento?
De pequeña, cuando viajaba en coche, sentada en el asiento de atrás, me gustaba preguntarme todas esas cosas y me imaginaba, sí, me conseguía imaginar, yo, desde fuera, y, era una sensación extraña, me veía como una desconocida, y, me gustaba, sí, me gustaba mucho, porque me hacía sentir cosquilleos en la barriga.
Lo malo es que ya no soy una niña y por mucho que lo intente, ya no lo consigo...