El presidente del gobierno anda perdido. Su situación es desesperante. Sigue inmerso en sus mundos de yupi. Aprovechando su futura presidencia de turno en la UE, Zapatero ha descubierto en la política exterior su mejor alidado. Pero mientras tanto, su gestión camina al filo de un alfiler donde el ambiente de cisma es latente. La salida de Solbes es un claro ejemplo. A a unos meses de aprobar los presupuestos Solbes acaba hasta el gorro de las maniobras en la política económica del ejecutivo. El presiendete no tiene rumbo ni proyecto en estos moomentos. Parece estar recluido con ´´nuevos amigos`` que son los que están condenando la siutación fastidiosa de crisis al caos. La validez del Psoe para hacer frente a situaciones duras ha sido innegable a lo largo de la historia reciente. Pero Zapatero parece gustarle la idea rodearse de incompetentes para controlar el partido. Se equivoca una cosa es controlar un comité federal y otra cosa muy distitna es controlar la base del partido. Lidera un gobierno insipirado en los antojos. Es muy triste que sea la vieja guardia los que salven la cara al gobierno. Y para colmo lo bueno que entra como Cristina Garmendia quedan condenados al ostracismo con escandalosos recortes de presupuesto y competencias. Medidas ante la crisis. Hace tiempo hice una reflexión sobre el mítico plan E de los 8000 millones. ¿Amortiguar la caída? una medida mal enfocada y con efecto rebote. Por un lado el despilfarro en actuaciones absurdas y por otro la temporalidad de las mismas, luego la administración deberá recoger a base de subsidios. En definitiva más leña al fuego de la deuda. Por otro lado y con buen criterio se habla de un cambio de modelo en la economía española. ¿cómo? a veces da la impresión que Garmendia está de adorno. Pero donde se pone de manifiesto la falta de ideas es en la política fiscal. Partamos de una realidad: aproximadamente el 60% del PIB español se basa en el consumo. Ahora, ante la necesidad de aminorar el déficit vamos abocados al aumento de impuestos. Impuestos que penalizarán el consumo. Perdón por la expresión pero esto es como mearnos encima y decir que llueve. Bien está quitar incentivos a la vivienda. Pero ¿ y los 400 euros de deducción fiscal? hoy si mañana no, total costes para una administración al arbitrio del ideólogo de turno que quita y pone según el momento. También se penalizarán los planes de pensiones, es decir, el ahorro. Que alguién me explique el incentivo que se genera a la inversión. La hoja de ruta del presidente se acopla a la de un país en desaceleración. Lejos de nuestra realidad. Todo esto acompañado de artificiales debates conceptuales como decir que baja la presión fiscal.......(planteamiento tramapa, resulta obvio que baje con la caída libre del PIB) ¿por qué no se habla del esfuerzo fiscal? la excusa es ''situación extraordinaria medidas extraordinarias''. Yo lo resumiría de forma distinta: situación desorbitante medidas desorbitantes....
Un saludo
