Habla Otegi

Aunque sea desde la cárcel, Arnaldo Otegi se ha prestado en EL PAIS para abordar el asunto de marras. ¿Va todo esto en serio? Objetivamente, el tablero ha cambiado y esto algunos parece preocuparle. Es más fácil crear desilusión y desesperanza que tratar de ver lo poco o mucho positivo de las cosas. La izquierda abertzale está desesperada, trata de buscar refugio en alianzas agrupacionales para levantar la mano y decir ''estamos limpios''. Por otro lado el Gobierno español espera cruzados de brazos atisbando como gota a gota el fin de esta película de terror. Legalización de la izquierda abertzale. Dos vías únicas y exclusivas: la izquierda abertzale condena rotunda a ETA o fin definitivo de la violencia. El escenario ha cambiado, soy escéptico. Creo que este proceso de desaparición de la violencia y la llamada ''normalización política'' le queda mucho. Pero poco a poco.

Un saludo

''Europa necesita un alma''

Aquí os dejo una entrevista a la que se puede acceder visitando la página del Parlamento Europeo. El personaje me parece muy importante. Mítico. Es un grande.

Este jueves 7 de octubre, el Parlamento Europeo conmemoró el vigésimo aniversario de la reunificación alemana en una sesión solemne que contó con la presencia del primer dirigente elegido democráticamente en la RDA, Lothar de Maizière, y del ex Presidente de la Comisión Europea Jacques Delors. Tuvimos ocasión de hablar con Delors, que destacó el "buen trabajo" llevado a cabo por Alemania en estos veinte años, y consideró que la Europa de hoy necesita más comprensión mutua, y también un "alma".
Eurodiputado entre 1979 y 1981, Presidente de la Comisión Europea de 1985 a 1994 y actual Presidente del Think tank "Notre Europe" (nuestra Europa), Jacques Delors también explicó que, desde su punto de vista, entre las principales razones desencadenantes de la crisis del proyecto comunitario se encuentran la antipedagogía de los gobiernos, la globalización y el individualismo.



Señor Delors, su presidencia de la Comisión Europea coincidió con la reunificación alemana. ¿Cuál fue su papel en esta "aceleración" de la historia?



Los eventos que se precipitaron en 1989 hubieran podido conducir, si no a una guerra mundial, al menos a enfrentamientos sangrientos, a un periodo de inestabilidad.



Debemos sobre todo a Gorbachov, demasiado criticado después, al Presidente Bush padre, al Canciller Kohl y al señor de Maizière, que todo aquello no acabara mal. Los jefes de Estado y de gobierno de la Comunidad acabaron por alinearse muy pronto a la idea de que los alemanes del Este formaban parte de Europa.



En ese momento yo era Presidente de la Comisión Europea. Tenía, por tanto, derecho de iniciativa, y era el guardián de los tratados. Desde 1988 me esforcé por llamar la atención sobre los problemas existentes, y a partir de la caída del muro de Berlín, por explicar que los alemanes del Este tenían un sitio en Europa. Algunos me criticaron, pero eso contribuyó a poner la historia en movimiento.



¿Alguna vez le preocupó la integración de la Alemania del Este en Europa?



Sí. El balance final es positivo, pero un hombre responsable como yo debe tener preocupaciones... había explicado a los alemanes del oeste que había problemas entre lo que llamábamos "wessies" (los del oeste) y "ossies" (los del este).



No era seguro que fuera a funcionar. Por otro lado, numerosos alemanes del oeste estaban entusiasmados por ayudar al este. Muchos dirigentes de la Alemania del oeste fundaron empresas en el este, donde la situación económica era terrible.



En términos generales, aún no está todo acabado. Pero yo creo que Alemania ha hecho un buen trabajo en estos veinte años.



¿Podrían las lecciones aprendidas de la reunificación alemana ayudar a la Europa de hoy a afrontar retos como la integración de los nuevos Estados miembros?



La situación es muy diferente. Los acontecimientos de 1989 abrieron la puerta, por un lado, a la reunificación de Alemania, y por otro a la ampliación de Europa. En cualquier caso, yo pienso que lo que pasó en Alemania fue muy emocionante para los europeos del oeste: esos alemanes, era la Europa de los Seis.



Para el resto de países, siempre he sido partidario de la ampliación, pero eso es otra historia. Puede que no se haya hecho siguiendo el procedimiento adecuado. De todas formas, si yo hubiera estado en el poder, lo hubiera facilitado.



Hace falta una verdadera compresión mutua entre los europeos, como la legada por los padres de Europa, y no sólo intereses comunes. Hay que mantener la llama. Una vez dije que "Europa necesita un alma". Pudo ser chocante para algunos creyentes, pero lo dije en el sentido laico. Hoy, Europa sigue necesitando un alma.




Ha dicho a los eurodiputados que "gracias al Parlamento Europeo, la democracia pluralista y viva no es un concepto vano sino una realidad". ¿Cómo puede Europa renovar un vínculo con los ciudadanos que muchas veces se describe como roto?



Como he recordado esta mañana, la democracia europea existe. Por ejemplo, es gracias al Parlamento Europeo que la directiva sobre libertad de servicios fue reequilibrada y aprobada. De los veintisiete gobiernos, ¿cuántos hay que hablen del trabajo del Parlamento Europeo? ¿Cuántos que expliquen que hay una democracia en Europa? Ninguno. La antipedagogía no viene de las instituciones europeas, sino de los gobiernos nacionales.



Cada vez se escucha más que el proyecto europeo ha dejado de funcionar. ¿Cu´ql es su opinión y su visión del futuro?



Acabo de indicar una de las razones por las que no funciona. Hay otras dos. La globalización empuja a cierto nacionalismo, incluso a un cierto regionalismo. Además, en todas nuestras sociedades ha ganado terreno en individualismo. Esto daña tanto a la democracia nacional como a la europea.



Uno de nuestros seguidores en Facebook, Daniel, afirma que "hasta ahora, la Unión Europea ha sido un proyecto de arriba hacia abajo, pero para una unidad real, debe convertirse en un proyecto de abajo a arriba". ¿Qué opina usted?



Que no es mentira. Al principio el proyecto lo impulsó en entusiasmo de posguerra, y después por un proyecto más bien elitista, económico. Sencillamente, dado que Europa no es una federación como los Estados Unidos, los intermediarios para dar vida a la democracia son los gobiernos nacionales. Pero si deciden hablar de Europa hoy como si estuvieran en el Congreso de Viena hace dos siglos, no hay nada que hacer. No podemos construir Europa en contra de los gobiernos, que están lejos de seguir teniendo ese entusiasmo por Europa.


Algunas fechas clave
09.11.1989: caída del muro de Berlín
11.11.1989: Delors dice que Alemania oriental tiene un sitio en la Comunidad Europea
24.04.1990: el Consejo Europeo apoya la reunificación
03.10.1990: reunificación alemana