Paradojas del sistema.

Mientras los sones de los altavoces de mi equipo retumban de una manera gloriosa, he decidio plasmar mis impresiones en este humilde pero digno blog. Si, gloriosa, porque me acompaña la sinfonía nº5, de Ludwig Van Beethoven. Sinfonía ''pastoral''. Increíble a través de un reproductor podemos trasladarnos a paisajes tan únicos como inimaginables. Más aún cuando te asomas a la ventana y te encuentras una desagradable aglomeración de pisos. Una aglomeración desproporcionada y asfixiante. La vorágine de los años 70, ha sembrado la mayor barbarie urbanística en la inmensa mayoría de las urbes españolas. Pero no es esté el tema a tratar, y más cuando no se me alcanza conocimiento. Aquí en mi cosmos musical.. sigo reflexionando acerca de las cosas. He tenido que recurrir a esta obra porque mi mente anda algo obstusa. Ya no enciendo TV, ni radio. Pero entras en el aula y llegas a casa y la palabra del día, del mes y del año es CRISIS. Espero que no resulte trascendental. Pero detesto la palabra CRISIS. Las terminaciones en SIS, odioso. Como Psicosis, suenan mal. Muy mal. Son palabras incomódas. Están diseñadas, meramente con el sonido para generar caos. Por tanto empezamos con el término. Buscando un efecto amortiguador, hay una palabra que directamente me aliviaría mucho más. En vez de CRISIS mejor ACABÓSE. Más determinante y definitiva. Porqué no, más tremendista. Antaño, era una moda vaticinar el fin del mundo. ¡¡ a correr¡¡... todo se acabá...Realmente vivimos unos tiempos en los que no hay certidumbre de nada de lo que pasa. ¿nos confunde? Lo ignoro. Pero esta situación me crispa. Eso si es seguro. Todo el mundo ignora el futuro... será poco alentardor. Ante tanta opacidad y mutismo, he recurrido a esta música desenfadada y optimista. El sistema nos va a mandar a la mierda, pero que se joda el sistema que antes lo voy a mandar yo. Resultaré grosero y maleducado. Pero es así. No nos llevemos a engaños ¿un antisistema? ¡¡qué risa¡¡. Seguiré siendo uno de tantos millones testigos mudos que asiste al derrumbe de tanta exuberancia irracional (mítico GREENSPAN) o a tanto desenfreno. Como más le guste. Todos los grandes imperios mueren de sus grande éxitos. Innegable, les pasó a todos. Ante esta desagradable situación pero necesaria, he de decir, queridos: Wall Street, FED, '' operación rescate'', Dow Jones... y tantas artificiales palabras, os digo agur. Pero no un agur cualquiera, éste es un agur enérgico y sin complejos. Seguramente sea un hasta mañana. Pero he de regocijarme del momento. Que ya se sabe, hasta los momentos están sujetos a métrica.
Ahora toca darle un homenaje a los más listos de este film. Éstos son aquellos de la vida campestre, y si son viejos, mejor, más saben. Éstos que discurren el devenir de sus vidas mirando al ``ciruelo´´. Estos que te encuentras en esos caseríos remotos, perdidos por el mundo, en plena naturaleza. Hablan poco, muy poco, pero lo poco que hablan son palabras sabias y necesarias. Ya está bien de tantas exaltaciones a la belleza del mundo o a la declaración de elevados valeres éticos. Es hora de emplear esfuerzo y tiempo al recogimiento y la contemplación. Hay que contemplar la naturaleza. Hay que deambular solitariamente por los bosques. Aquí tenemos encinas, robles, olivos, castaños, álamos... pues a las encinas¡¡¡. A esperar que nos hablen los árboles, que lo harán. Éstos tienen ese encanto qeu son capaces de expresarlo todo. Otro agur, hay que alejarse del cliché y los modismos sociales. ¿no nos hablan de austeridad? Pues a los campos¡¡ A convertir nuestra vida en una vida bucólica y admirar a los sempiternos árboles que nos brinda la naturaleza. Un detalle importante. Os tienen que brillar los ojos... estaréis vivos.
Paradojas del sistema...